martes, 15 de febrero de 2011

Tus hijos tendrán su promesa....


Dijo el Señor a Abram, después que Lot se separó de él: "Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente.
 Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por siempre. 

 Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.
 Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo he de dar".
(genesis 13, 14-17)

Tu heredad no serán esclavos sino hijos con herencia de promesa...


Y los hijos de Judá vinieron a Josué en Gilgal; y Caleb, hijo de Jefone cenezeo, le dijo: Tú sabes lo que Jehová dijo a Moisés, varón de Dios, en Cades-barnea, tocante a mí y a ti.
Yo era de edad de cuarenta años cuando Moisés siervo de Jehová me envió de Cades-barnea a reconocer la tierra; y yo le traje noticias como lo sentía en mi corazón.
Y mis hermanos, los que habían subido conmigo, hicieron desfallecer el corazón del pueblo; pero yo cumplí siguiendo a Jehová mi Dios. 
Entonces Moisés juró diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios. (josué 14:6-9)

Como cuarenta mil hombres armados, listos para la guerra, pasaron hacia la llanura de Jericó delante de Jehová.  (josué 4:13)

Un hijo, un ministerio...


Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.
Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
génesis 18:9-10

sábado, 12 de febrero de 2011

oyes y no quieres oír, miras y no quieres ver...


Os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová. 
También os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó. 
Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová. 
Os herí con viento solano y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.