Dijo el Señor a Abram, después que Lot se separó de él: "Alza tus ojos y mira desde el lugar en donde estás hacia el norte, el mediodía, el oriente y el poniente.
Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por siempre.
Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.
Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo he de dar".
Pues bien, toda la tierra que ves te la daré a ti y a tu descendencia por siempre.
Haré tu descendencia como el polvo de la tierra: tal que si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tu descendencia.
Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo he de dar".
(genesis 13, 14-17)